Tuesday, March 21, 2006

Teledirigido

Fueron proyectiles autopropulsados, palabras guiadas hacia un determinado blanco que quiso destruir. Todo, claro, mediante control remoto, ninguna evidencia del crimen.
Eligió un tamaño adecuado, algo portátil que tampoco revelara signos de demolición. La autosuficiencia de la fuente de energía, mecanismo de propulsión a chorro, bastaba para acabar con un mito totalmente desmitificado. Ése era el objetivo.
El mecanismo de guía consistía en percibir la posición de su trayectoria de vuelo, activar todo tipo de sensores hacia el blanco en movimiento. Dejar que se deslice entre la gente, ocultarse y descargar los explosivos en el momento preciso. En ese mismo momento, golpe preciso.Entonces ahí estaría él, tendido sobre el recinto del café de la esquina. Por fin abajo, muerto, destruido en plena urbanidad.

3 Comments:

Blogger . said...

Pero no estaba, el muy guacho.

11:45 PM

 
Blogger Marie said...

No, no estaba... nunca están cuando una los quiere destruir.

10:36 PM

 
Blogger . said...

Espero a los poetas Turcos.. con cierta ansiedad.
Ciao

9:04 PM

 

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