Sunday, February 12, 2006

Poema viejito... es lo que hay, che.
Errores.

Y qué si no me importa.
Voy a algún lugar que me acerque a
no sé dónde,
pero me alejo y puteo a las ocho
porque el frío me lame los pies
-y otra vez el idiota
en la radio, ahora-
No puedo apoyar mi cara en el hombro
ajeno
por razones de distancia (centímetros)
y por razones de temporalidad (minutos, segundos, tal vez)
Qué si no me importa.
No me tocaba la piel ni siquiera abrazando
ni me besaba labios, mejillas, ojos encendidos.
El poder es el punto en el cual
uno se siente perverso y teje,
se siente obligado y teje.
“Es culpa del otro”,
solamente que uno tiene la última palabra,
la que todos esquivamos y paradójicamente queremos encontrar
escondida en algún zapato con agujeros en la suela.
La cosa es que no hay cosa,
que se acabó el surrealismo pretendido en vivo
no porque esté muerto, sino porque, por una vez, tenemos
que dejar de hacernos los boludos;
y hagamos de cuenta que no fuiste ni sos
sino que los dioses...
Pero nadie nos cree, entonces creamos
otra realidad en la que no tejemos.

Hay algunos presidiarios de mi isla,
Mi palmera y tus ganas de cumplirme el sueño.
El problema es que estaríamos en uno, entonces
¿cómo diferenciarlo del otro?
Capaz que con el tiempo (días, meses tal vez)
y con la distancia (generalmente metros) sea diferente.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Poesía no.
b

5:29 PM

 
Blogger Marie said...

A ver? Y por qué no poesía? Dame una buena explicación y vemos...

6:09 PM

 

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