Thursday, December 15, 2005

Hoy se me antojó publicar algo que hace tiempo estoy “trabajando” pero que nunca termino, tal vez por razones de tiempo, conocimiento y desconocimiento. De cualquier manera, va un adelanto de lo que algún día terminaré... Pero antes, y sólo porque soy buena, algunos datos a modo de introducción.

Simón Radowitzky fue un joven anarquista de origen ruso que llega a la Argentina en 1908. Trabajará primero como obrero mecánico en los talleres del Ferrocarril Central Argentino en Campana y luego, ya en Buenos Aires, se desempeñará como herrero y mecánico. Un año después de su llegada Simón es encarcelado por ser el autor del asesinato del comisario Ramón L. Falcón. Radowitzky ya había sufrido una condena de seis meses de prisión en Kiev en 1905, a raíz de su participación en una serie de disturbios; sin embargo ahora la condena será mucho más extensa: le costará nada más y nada menos que 21 años de prisión. El 6 de enero de 1911 se lo traslada a la Cárcel del Fin del Mundo debido a una fuga ocurrida en la Penitenciaría Nacional, lugar donde estaba alojado. Y acá viene lo interesante (o, por lo menos, lo que me interesó a mi): el 7 de noviembre de 1918 Simón se convierte en el primer preso que logra fugarse, vestido de guardiacárcel, del presidio de Ushuaia. Pero... siempre hay un “pero”, la marina chilena lo vuelve a capturar en Aguas Frías. Fueron 23 días de libertad.




I
Navegaba por rutas
De olas gigantes y heladas;
Lejos Ushuaia,
Muy cerca, Chile y revolución,
Revolución y libertad.


II
Recuerdos de Kiev,
Del auto, los crueles inviernos, la ración ausente
Y el vacío...

III
El uniforme enemigo
Se volvió traje de amigo,
Ayudando a las sombras a esconder
Un cuerpo, Simón,
El alma anarquista.

IV
Veintisiete años
Diez de noviembre de mil ochocientos noventa
Y uno.
Felíz cumpleaños, Ruso,
Libre, veintisiete años.

V
DIOS
ESTADO
La misma mierda que oprime
La cabeza de millones de ignorantes;
Rebeldía que es esencia
De lo humano.
Mierda y muerte a los tiranos.

VI
Frío penetrante y altivo
Cacheteando la piel,
Pero es libre y festeja las gotas heladas.

2 Comments:

Blogger . said...

gracias, Marie, por cambiarle el talante a la poesía bahiense.
M

2:13 PM

 
Blogger Marie said...

No me gusta la palabra talante, che... En cambio, y soy redundante, me gusta la palabra cambio. Calculo que muchos apostamos a ello.

7:19 PM

 

Post a Comment

<< Home